martes, 20 de noviembre de 2007

El Pepino de Serfinisher

Pensar en pepinos lleva siempre nuestra imaginación por derroteros ignotos. Hace unos años pensar en pepinos connotaria algún soez comentario sobre masculinidades y dotación natural de atributos. Es sin duda una verdura con alta carga sexual, además de propiedades nutricionales única. Para muchos mortales, entre los que me incluyo, no hay ensalada sin pepino.


Yendo a sus evocaciones sexuales, el pepino siempre me recuerda una escena de una de esas peliculas, que fruto de la edad, se convierten en fundamentales en tu vida, referentes, de culto. Me refiero a la madre de todo ese género de cine universitario, de los Alfa, Omega, Albondigas y otras gilipolleces. Desmadre a la Americana (Animal House).

Un John Belusi genial, campa a sus anchas por los campus elitistas norteamericanos. La escena del pepino la mantienen el presidente de Kapa, guaperil del grupo y la mujer del Decano, que mientras compra verduras, es entrada por el mismo.

Pero ahora, pasados los años, resulta que pepino, solo me evoca hermosas maquinas rodantes, diseñadas para abrirse paso sin turbulencias entre el flujo laminar del aire atmosférico. ¿Será grave doctor?

Y resulta que quiero un pepino. La pregunta es obvia, ¿tú? ¿un pepino? ¿para que coño quieres tu un pepino? La respuesta es que me hace falta para el PLAN. ¿Qué PLAN? Pues el PLAN, por que tengo uno, pero os lo contaré en otro momento. El caso es que me compro un pepino y paso a presentaros mis candidatos a Pepino de Serfinisher.


Candidatos a Pepino de Serfinisher

En principio son muy parejas en cuanto a componentes, características y montaje. Varia el precio, los plazos de entrega, las opciones de personalización, etc.

Isaac Joule Aerotic



Sin duda la más pepino, la más "erotica", la que más me pone. Tope de gama, es también la más cara, se dispara del presupuesto con ruedas de perfil ancho. Muy radical, espectacular y poco vista. Alemana, fiabilidad, diseño, investigación. En fin se podría hacer un esfuerzo e intentar llegar a estirar el presupuesto.

Specialized Transition Expert

Recién incorporada a la selección. También pone y mucho. Americana, ganadora en Hawai. Con los mejores componentes en igualdad de gama y presupuesto. Pero la que más se hará de rogar. Plazo mínimo de entrega, mes y medio.

Orbea Ora

Ha sido la primera candidata y lo sigue siendo. Algo menos espectacular que las competidoras y menos vistosa que su hermana mayor, Ordu. Española, la que presenta una mejor relación calidad-precio, multiples posibilidades de personalización. La que tiene mejor precio y mejor descuento.













Pensar que dos de estos pepinos, que han llevado a Macca y a Craig a quedar primero y segundo en Hawaii, pueden ser mi pepino, también estimula un rato.

En fin que hay que empezar a deshojar la margarita y acotar la selección. Esta semana es buena para elegir. Si bien no hay prisa será una buena terapia. Terapia contra la posible rotura de fibras en el gemelo que esta mañana me he hecho. De momento no hay hematoma asi que espero que quede en contracturón o distensión fuerte. Si me compro un Pepino, creo que será más llevadero el tiempo de recuperación.

Os dejo una encuesta de opinión para que me ayudeis en la elección.



martes, 13 de noviembre de 2007

De sueños soñados y por soñar, de sueños realizados y por realizar



De sueños soñados y sueños por soñar, de sueños realizados y sueños por realizar....


Es necesario a veces rodear, vadear, dar un giro en tu camino, como en el caso de este onírico y redundante encabezado. En realidad solo hablo de hacer "cuentas". No me gusta emplear términos como "balance", "resultados", "objetivos realizados o por realizar", sobre todo cuando deseo referirme a los que han sido los motores de mi ilusión durante la temporada que ha terminado. Son términos que me suenan demasiado empresariales, que me recuerdan en que parámetros se estructura nuestra ¿civilización?


De sueños soñados, de sueños realizados...

Cuando hace un año soñaba con completar una temporada como la recién transcurrida, ni en el más plácido de esos dulces salvajes sueños, podía imaginar que uno a uno se harían realidad. En el primero, LANZAROTE, no solo seguía creciendo como triatleta, sino que mejoraba mi actuación en carrera más allá de las expectativas previas. En PÁLMACES además de resarcirme del mal trago del año anterior, lograba sentirme por vez primera competitivo, sentía que disputaba una prueba, que podía exprimirme, que llegaría pleno a la gran cita. EMBRUN. Todavía hoy me pellizco, para confirmar que estuve allí. Que fué real. Que esa experiencia demoledora, que aún guardo en mi interior bullente por aflorar, me sucedió un día de verano. Que esa experiencia transformadora, operó en mi su efecto, difícil de expresar. Además visto lo visto, fué incluso un buen debut en la catedral del triatlón mundial. Y por fin, con sufrimiento como procede, fui TITÁN.
Entre parada y parada, horas de esfuerzo sordo, mudo y callado a veces, compartido, jaleado y gritado otras. Horas de espera, de suma paciente de latidos de ilusión.
Poker de ases: LANZAROTE, PÁLMACES, EMBRUN y TITÁN. Será muy dificil de volver a ligar una mano así. Pero mientras la capacidad de soñar no se vea mermada, la capacidad de mejorar no sea sobrevalorada, seguiremos soñando.
De sueños por soñar, de sueños por realizar...


Seguiremos soñando ¿ ilusionados o ilusos?. ¿Donde está el límite, la frontera entre uno y otro? ¿Es de ilusos o de ilusionados pretender seguir mejorando? ¿ Existe margén de mejora o es un espejismo, una ilusión? ¿Hasta donde podrá llevarnos nuestra ilusión? La ilusión me embarga, puede que tanto que nuble mi sentido de la realidad. La ilusión me ilusiona con sueños tropicales, sueños cálidos y húmedos que me sonrojan y casi avergüenzan. ¡ Iluso !. ¿ O ilusionado?. Puede que en unos pocos años se realicen esos sueños tropicales, cálidos y húmedos. ¡ Iluso !. ¿ O ilusionado?. La ilusión, me llevará sobre el lomo carbonado de alguna de estas dos máquinas de ensueño, al lícito momento de intentarlo. Mientras ese momento llega, seguiremos jugando nuestras bazas, atrevidas. Seguiremos soñando como ilusos, ilusionados.


viernes, 2 de noviembre de 2007

El Titán bajo el poso del tiempo

Me gusta observar las cosas cubiertas con el poso del tiempo, que no es más que su paso, su transcurrir. Ese tiempo pasado se deposita sobre los acontecimientos, perfilando su forma, definiéndola, libre de la emoción y el refulgor del momento en que acontecen, que suele cegarnos y ofrecernos una visión distorsionada de las cosas. La quietud y la calma, son quienes hacen que el tiempo se pose y asi poder discernir mejor lo vivido, lo sucedido. Aunque corres el riesgo de dejar posar demasiado al tiempo, tanto que difumina el contorno real de las cosas, ese acto de volver la mirada atrás, suele ser más placentero que dejarte llevar por la inmediatez del momento.

Pasado casi un mes del Titán, vuelvo la mirada atrás sorprendido aún de que mis palabras, las que siguen, fueran tan proféticas:

"Atletas de todo el orbe triatlético, apuran ya sus últimas horas. Los Titanes y aspirantes, liberados de nuevo del Tártaro, dirimirán sus disputas entre las aguas, caminos y cielos de Zahara. Buscarán la gloria, el dolor y el sufrimiento en buena lid y reconocerán a los nuevos Tritanes a los que rendirán pleitesia... En esta ocasión, son cientos los que acudirán a la llamada, cientos los que afrontarán el reto y aunque solo dos sean enaltecidos, todos serán dignos, todos serán bien llamados, TITANES."

La gloria, el dolor y el sufrimiento, aunque no en ese orden, fueron mis compañeros de viaje. Dolor y sufrimiento físico, que engendran sufrimiento mental y que una vez superados conducen a la gloria y la satisfacción.


A la satisfacción personal por supuesto, pero sobre todo a la satisfacción comunal de pertenecer, de ser y tomar parte en una empresa como es el Titán porque esa es la sensación que te envuelve en todo momento. El Titán es por y para ti. Eres el Titán, asi te lo hacen sentir. Satisfacción de asistir a la confirmación de uno de los retos más estimulantes del panorama triatlético español. Orgullo y satisfacción de haber sido participe y haber podido colaborar para que en el incomparable marco donde se sucede el esfuerzo máximo de superación que supone el Titán, hubieran más de 160 triatletas compartiendo esa suerte de estar en el Titán, de ser el Titán.

Pudieron más la ilusión, las ganas, el esfuerzo y el estímulo de ser Titán acumulados durante un año de preparación, que la realidad de la enfermedad que como siempre inoportuna, asomaba para reclamar su tributo en forma de fuerzas y ánimos personales. Una semana previa de dias febriles, debilidades, malestares y dolor muscular, no fué suficiente para minar la determinación de estar en la salida del Titán 2007. Si bien el sábado 6 de Octubre experimente el inicio de la mejoria y de la liberación de las garras de la enfermedad, hoy tengo claro que no volveré a competir sin estar en plenas condiciones, físicas, mentales y emocionales.

Pero en esa mañana no cabía otra posibilidad que ser uno más de los aspirantes a Titanes. Bastaron las primeras brazadas para comprobar que no habían fuerzas, no disponía de ritmo ni cabía la intensidad. Solo era cuestión de tiempo, de determinación, de tozudez, de seguir en movimiento para ir resquebrajando la coraza anquilosante de la enfermedad que me envolvia, con la esperanza de que acabara desprendiendose, dejando aflorar la forma acopiada con tanto tiempo de entrenamiento, de sueños e ilusión.

Ritmo suave, via libre, tranquilidad, inmersión prolongada para ir ablandando la coraza, para salir por fin del agua y exponerla al viento y al sol. Movimiento pausado pero continuo. No cabía otra posibilidad, esa o detenerme y rendirme al fantasma paralizante que llevaba dentro. Despues de una de las travesias más limpias y relajadas que recuerdo, logré salir del agua e iniciar el verdadero movimiento.


El Titán es esfuerzo, sufrimiento y recompensa, para todos. Como sufrir es algo propio e inherente a su naturaleza, no es facil discernir el origen exacto del sufrimiento, si se debe al recorrido, a tu condición o a tus limitaciones en este caso. Y como corresponde eso, disfrutar sufriendo, pues vas y disfrutas sufriendo, sobre todo subiendo. Decidido a seguir aligerando la carga, a seguir en movimiento, prudente y reservado, ascendí el puerto de las Palomas. Me encontré bien, limitado pero bien. Sentado, a ritmo, superando a algunos otros incluso y disfrutando especialmente de compartir carrera con Mónica, mi pupila que se encontraba en pleno proceso de transformación de triatletilla a Titana. Encontrarla suponía que había nadado bien, mejor que yo, hecho ineludible que sucede desde hace un tiempo y me llena de satisfacción, (si bien nadar mejor que yo es fácil para la mayoría de los mortales), pues es un claro indicador de su evolución, fruto de su esfuerzo y dedicación, que la llevará a superarme en todo muy pronto.


Despues de compartir unos minutos con ella y Juanje, seguí mi camino hacia la cima, discurriendo por esa hermosa carretera serpenteante jalonada de pretiles blancos que coronada, conduce hasta Grazalema.

Y descendiendo vertiginoso, comenzó el dolor. El dolor físico lacerante como puñales clavados en los isquiones. Una puñalada por cada pedalada. Recrípoco. Pedalada, puñalada, dolor intenso, lacrimoso. Desconcierto. Me abandono a la gravedad, bien estirado esperando que suceda algo, que cese la agresión. Pedalada, puñalada, pedalada, puñalada. La agresión no cesa y la gravedad, me abandona. Toca vencerla de nuevo en el puerto de los Alamillos, toca otra vez subir. Pedalada, puñalada, dolor intenso, lacerante, lacrimoso. Desconcierto. Sufrimiento físico.

Solo puedo apenas soportar el dolor al pedalear de pie sobre la bicicleta. Solo de pie no siento puñaladas intensas, aunque si dolor. No me siento con ánimos de pedalear de pie hasta Zahara. No tengo ningún anímo de pedalear. Pedalada, puñalada. Sufrimiento físico y mental. El Titán se ha acabado. ¿Hasta donde sufrir? ¿Hasta donde cabe el sufrimiento? Me retiro. Joder otra vez. Tendré que volver el próximo año. He superado los Alamillos y el terreno permite dejarme ir sin casi pedalear, sin casi ser apuñalado, la gravedad me ayuda me arrastra suevemente. Me pasan triatletas, que me animan.

No tiene sentido seguir sufriendo. Estoy retirado en carrera, muerto en vida, como un zombie triatlético dejo pasar los kilómetros de descenso, buscando donde bajarme del suplicio en que se ha convertido mi pasión por pedalear. Espero que quizás me alcance el coche escoba, si existe. Pienso en detenerme en la carretera y esperar que alguna moto de la organización, me envié un coche. Estoy tan lejos aún que no me apatece nada tener que esperar no se muy bien cuanto y sigo dejándome llevar, pero no aparecen. Da un poco igual, todo se ha acabado, pasa el tiempo. Ya no pedaleo casi, solo muy suave y a favor, sin tensión, y asi no me apuñalan. Decido llegar al próximo avituallmiento desde donde seguro podrán llevarme a boxes. Pero no tiene mucha pinta de que en el resuelvan mi traslado. No se muy bien como, estoy casi llegando a el Bosque, al inicio del puerto del Boyar. No se muy bien como, pedaleo de nuevo, sin dolor solo con ligeras molestias reflejas. No se muy bien como, apenas quedan costrones de enfermedad recubriendo mi forma, acuñada dia a dia, que se muestra lustrosa y brillante.

Afronto las primeras rampas lleno de energía, enrabietado y con buen ritmo. Empiezo a pasar gente. Algunos se sorprenden de ver al renacido zombie que hace algun tiempo sobrepasaron y con sus ánimos, me impulso hacía la cima en las interminables cuestas del Boyar. Paso a mucha gente madura, que administra sus fuerzas. El Boyar, si es algo es, largo. Pero he recuperado las sensaciones de los meses pasados, ascendiendo puertos. Subo a tirones, de pie, sentado. Subo ligero, me siento cada vez más fuerte, renacido. Si hay que llegar a boxes para retirarme, pues llegaré. Corono y desciendo hacía las Palomillas. Subo las Palomillas como un loco, desbocado, de pie apretando fuerte los pedales. Pedalada, impulso, pedalada, impulso. Paso a mucha gente que sobrevive a ritmo cansino preparados para correr. Estoy entre cabreado, eufórico y enrabietado. Corono las Palomillas, si hubiera tenido un metro de ascenso más, no habría llegado sin tener que bajarme a estirar. Desciendo el puerto de las Palomas estirando como puedo los calambres que en mi suicida exhibición escaladora, atenazan mis piernas. Vuelve el dolor, solo puedo bajar de pie. Si me siento se contraen por igual isquiotibiales, que cuadriceps. Si estiro unos, se contraen los otros. Poco a poco desaparece la tensión y puedo sentarme. Poco a poco adquiero cosciencia de que voy a conseguir llegar a Zahara, a boxes. Voy a salir a correr. Voy a quitarme la espinita del año pasado. Voy a ser Titán.

En boxes coincido con Nacho Happy IM, mi compañero de aventuras y salimos juntos a correr. Estoy liberando las tensiones acumuladas hasta el momento, le cuento mi devenir en el dia. Me anima y me impulsa a seguir a mi ritmo. El va bien, como siempre, puede con todo. Corro con ganas y nos despimos hasta reencontrarnos en meta. La carrera es durisima. El año pasado solo pude intuirla, pues me retiré sobre el km 4 en pleno descenso hacía Algodonales y no padecí su recorrido brutal. Pero es intensisima, solitaria, asoladora. Mientras comienzo mi carrera, se decide el resultado del Titán. Tenemos nuevo Tritán y Tritana a los que rendir pleitesia. Ivan Tejero sucede a Iban Rodriguez y Amalia ocupa el trono deshabitado desde el año pasado. Solo hay 11 titanas en el mundo, 10 que han terminado este año y la ganadora de hace dos. Una de ellas es Mónica.

Sin duda la carrera ha sido donde más he disfrutado, suponiendo una catarsis desde el sufrimiento hasta la gloria y emoción de alcanzar la meta alli arriba donde los Titanes han de subir para adquirir su condición. En ella por vez primera he caminado en una carrera, aunque porque era más eficiente hacerlo que correr, ante las descomunales cuestas hasta la plaza de Zahara de la Sierra. La plaza ha sido una fiesta auténtica, cuando el arco de meta nos ha hecho a todos iguales, Titanes y donde todos hemos disfrutado del esfuerzo de los demas. Unos hemos "disfrutado" más (tiempo) que otros, pero eso en Zahara es poco importante.

Enhorabuena Titanes, llegados a meta o no. El futuro nos deparará más posibilidades, para que desde nuestro esfuerzo, puede que desde el dolor y el sufrimiento, alcancemos la gloria de ser de nuevo Titán.