domingo, 10 de agosto de 2008

Equipaje para Embrunia

Llegada casi la hora de partir, hechas las listas de lo que no deberás de olvidar en el viaje hasta tus limites, recuerda algunos enseres imprescindibles:


1) Ilusión, de la de niño, en crema o en spray que permita untar o rociar completamente tu espíritu e irradiar en tu mirada. Inocencia, también de la de niño y que prenda igualmente en la mirada. 2 o 3000 dosis de cada bastarán. Si llevas contigo niños de los que obtenerla, mucho mejor que si las extractas de tu interior, podrían no quedarte o estar ya caducadas.


2) Ingentes dosis de "capacidad agonística", de esa que definen como capacidad de soportar y mantener el sufrimiento físico y mental, preferentemente endógena, acumulada segundo a segundo de entrenamiento o en su defecto, exógena, procedente de extractos de motivación (en solución acuosa). Un poso de masoquismo es también muy recomendable, aunque con media cápsula es suficiente, pues dosis elevadas del mismo conducen al deterioro físico por adicción a experiencias como la de Embrun.


3) Escalatita, en polvo para preparar en suspensión, de la que hace de la escalada tu estado natural, de la que convierte el pedaleo lento, tenso y constante en tu razón de ser, de la que alimenta tus sentidos con paisajes de ensueño, de la que suaviza la gravedad en la pendiente, de la que suaviza la pendiente con ingravidez, de la que te permite acariciar nubes, de la que te libera ágil y raudo sin temor en el abismo, de la que te impregna en polvo de montaña. De la que te hace, montaña. Una dosis, intramuscular, de recuerdo, bastará.

4) Humildad, pura, sin mezclas, toda la que puedas conseguir en cualquier forma de administración.





Solo queda cerrar y cargar la maleta.