sábado, 25 de abril de 2009

Empieza el baile

Mañana empieza el baile. Comenzamos la temporada de triatlon en el V Triatlon de Elche. He estado presente en la últimas cuatro ediciones de una u otra manera. En 2006 participando, en el que debería considerar mi primer triatlon, como triatleta. Por que si bien debuté en el Home de Ferro 2000 en Ibiza, alli no era triatleta, era un "advenedizo" empeñado en cumplir una apuesta y aunque terminara alli mi primer IM, no puedo considerarme triatleta hasta pasados unos años. Eso si, quedo implantado el protoembrión de triatleta en mi interior y hasta ese Elche 2006, fue desarrollándose.
Allí fui a preparar Lanzarote y probar cosas. Disfrute mucho como se observa en la foto( donde parece que llevo una de esas compresas que te elevan a las nubes y te hacen sentir bien) y gane confianza para afrontar unos días después el viento de la isla de lava.

En 2007 estuve de espectador, quedaba muy cerca de LZ 2007 y ya no tenia cosas que probar. En 2008 debía haber participado pero, mi accidente lo impidió así que estuve acompañando a Mónica y disfrutando de su carrerón.

Mañana volveré a la línea de salida. A disfrutar. Cada carrera es una fiesta. Me encanta encontrarme con todas las "triamistades" que vas acuñando con el tiempo. Me gustan los prolegómenos y la post-carrera, casi tanto o más que la propia competición. Disfruto compartiendo los foros los días previos, acopiando información sobre quienes vienen, como se encuentran, que expectativas tienen, que pronósticos se barajan, como discurrirá la carrera, etc.

La carrera de mañana tiene muchos alicientes. En el plano deportivo goza de "buen cartel". Es la primera prueba de larga que se disputa en la península (coincidiendo con Lisboa) y además como les gusta a sus organizadores, medio IM, distancia que por diversos condicionantes (Cpto. de España, Liga de Larga, etc.) no han podido desarrollar en otras ediciones. Por primera vez, con boxes únicos, todo transcurrirá en torno de Arenales lo que facilita el seguimiento para los espectadores. El recorrido es interesante con su pimienta en forma de escaleras, que deberemos de afrontar en la carrera a pie.

Para los locales, es además Cpto. Autonómico de Larga Distancia. Del CN La Nucia, nuestro Club, tendremos numerosa representación con debutantes en la distancia, que ilustra del buen momento, ganas e ilusión de la gente. Con nuestra "intracompetición" en marcha, porra incluida le añadimos si cabe más alicientes.

Debuta uno de mis pupilos en Larga y además,Mónica, tiene que defender su subcampeonato autonómico del año pasado, sin olvidar que "el objetivo" esta en Puerto del Carmen, en menos de un mes.

Por lo que a mi respecta, en realidad no tengo ninguna expectativa de tiempo, puesto o similar. Este año, al ir a Niza voy más relajado en la preparación y aunque creo que estoy bien, pues saldremos a ver que pasa. Si me siento bien, me exprimiré, si no sobreviviré. De hecho y cumpliendo con la integración de las leyes probabilisticas de sufrir una lesión y la ley de Murphy, ayer me levante profundamente contracturado de la espalda. Después de un buen hidromasaje con velitas, música sugerente y la soledad de una cerveza helada, además de un Myolastan nocturno, me he levantado algo mejor. Pero vamos que tiene la cosa hue...

En fin que en un ratito, nos vamos a recoger dorsales, a ver gente, a la feria del triatleta y a "vestirnos de domingo" en este bendito modo de vida que algunos hemos elegido vivir.

Os contaré como fue todo.

jueves, 2 de abril de 2009

Apenas un año

Apenas un año separan estos momentos de miradas perdidas y paladeo del elixir que me seduce. Un año desde que choque con un obstáculo en el camino. Recuerdo perfectamente como me sabia aquella cerveza aspirada. Beberla era un acto de rebeldía, infantil y algo absurdo. No pensaba dejar de hacer lo que venia haciendo desde hace mucho tiempo por el simple hecho de casi haberme matado. A pesar de lo rara que sabia y el dolor que me producía en mi muy sensibilizada dentadura, por el golpe de cara contra aquel coche despistado y apresurado.

No he conocido al conductor, ni tenido ninguna noticia ni llamada o muestra de interés, por su parte. Mejor. El acontecimiento así no se personaliza y queda como un pinchazo, una avería mecánica o cualquier suceso aleatorio sin culpable. Una de esas cosas que pasan y a las que estamos expuestos cuando asumimos el riesgo de salir a la carretera en bicicleta.

Mi estado de ánimo en ese momento era principalmente contrariedad. Somos tan "simples" que nuestra única preocupación es lo que debemos dejar de hacer y el trastorno que nos supone el hecho en si en nuestra cotidianeidad. En ese momento, un celoso profesional de la medicina me había condenado a 6 meses sin actividad física, para igualarme en riesgo a la población normal de sufrir un accidente cerebro vascular después de un traumatismo craneoencefálico. No reprocho su hacer ni su actuación profesional, pero si su falta de sensibilidad cuando le explicaba lo que hacía y que no era "población normal". A los diez días del accidente ya me había subido a una bici de spinning a comprobar si me explotaba el cerebro o desorbitaban la pulsaciones.

"Un elefante se balanceaba en la tela de una araña y como veía que no se caía, fue a llamar a otro elefante".
Una segunda opinión médica me liberaba de la condena y me incitaba a seguir con mi vigoréxico plan de vida y sueño de llegar a punto a Lanzarote 2008.
Quien debía responder por el hecho, la compañía de seguros, sin vericuetos legales a los que agarrarse, indemnizo y punto. El dinero nunca compensa por lo que pasas, pero ayuda a concretar las decisiones que el acontecimiento te ha hecho tomar.
No hay secuelas físicas, tan solo algunas cicatrices en la cara, que me recuerdan cada día que no se puede bajar la guardia. Hace poco leía un articulo en el país semanal sobre un estudio de como las cicatrices faciales, no desfigurantes, hacían más atractivos a los hombres ante los ojos de las mujeres y de su valor cultural tradicional, como "heridas de guerra", símbolos de belicosidad o de fortaleza después de conflictos, reyertas o actividades físicas (soldados, toreros, etc.).
¿Será por eso que ultimamente me asedian las mujeres?
Ahora se y valoro la suerte y la nueva oportunidad que tuve, lo poco que importan nuestras pequeñeces cotidianas y lo difícil que nos resulta levantar la mirada del ombligo sino es que topamos con nuestro particular imprudente accidental. Un año después me encuentro bien, incluso mejor en muchos aspectos, que aquel 20 de marzo de 2008.

El próximo sábado espero también simbólicamente cerrar la página del suceso, recuperando por fin, restaurada y también mejorada, la otra que quedo maltrecha y postrada en la carretera, "La Guay". Pero para ello ha tenido que ceder su sitio mi querida Orbea, con la que he compartido tantas horas y hermosos momentos. Ya esta vendida, ya esta entre otras piernas. Sirva de recuerdo este ultimo momento en que competimos juntos en uno de los más bellos escenarios donde se puede nadar, pedalear y correr.

Construyendo en silencio

He sentido el calor de la piedra cincelada. De la piedra que fue conquistada, golpeada, trasladada y paralizada para albergar a los dioses. Hombres divinizados o deidades astronómicas, por igual se albergaron en moradas de piedra, arrancadas de su matriz a base de sangre, sudor y muchas vidas sacrificadas. Pirámides. He podido sentir el calor de la piedra en la cara, su rugosidad esculpida por el tiempo, en las yemas de los dedos. En Egipto. En la Riviera Maya. Es abrumador pensar en como fueron erigidas. Construir pirámides es una tarea ingente, inhumana y ancestral. Existen pocas estructuras más estables, perdurables y costosas.

Así estamos, construyendo pirámides, nuestra pirámide de entrenamiento que nos termine elevando a la cúspide. Es una tarea ingente, colosal, lenta y sacrificada. Más, cuanto más alta sea la cúspide a alcanzar. La base de la pirámide se construye muy despacio, para lograr que sea suficientemente sólida y soporte el peso que habrá de sostener. Piedra a piedra, escalón a escalón, nivel a nivel, peldaño a peldaño. Muchos días en silencio, en sordo esfuerzo. A diferencia de los hombres que construyeron aquellas pirámides consumidoras de vidas, nosotros somos libres para hacerlo, impulsados por nuestra energía interior, por la necesidad, por la búsqueda, o por lo que fuere que nos mueve a hacerlo, aunque no sin sacrificio ni esfuerzo.
Construye despacio, ensancha la base de tu pirámide y elévate cuando llegué el momento. Sólida. Cuando más grande sea tu base, más alto podrás llegar. Construye extenso y llegarás al cielo.

Así estuve, construyendo en silencio. He superado el impulso de callar, abrumado en la tarea, como algunos ilustres constructores de pirámides han hecho recientemente. Pero seguro que esa misma tarea, os devuelve pronto la Voz.
Para mi ha llegado la hora de gritar.