Habrán de trasmitirse ente campeones la condición de Titanes y Titanas, lid tras lid, vendiendo cara la derrota, sufriendo intensamente por la victoria. Con el tiempo transcenderá de nuestras fronteras la aventura anual que el prematuro otoño nos regala, la historia de superación y el reto que concita y reune a Titanes y aspirantes. Y serán legión los que acudan a la llamada, aunque pocos y selectos los elegidos. Y puede que, impulsado por su indómita naturaleza y afán de superación, el tiempo traiga también más encuentros entre Titanes, en otros escenarios igualmente bellos, abruptos, puros y salvajes, bajos las mismas reglas, normas y códigos de honor. Sueños de titanes nos los muestran abandonando empresas menores, dedicándose exclusivamente a debatir con sus iguales, en numerosas pugnas repartidas por recónditos lugares míticos.
Pero mientras aguardamos a que se forje la aún joven e incipiente Leyenda del Titán, sentimos la arrolladora ola de necesidad que sacude a los Titanes.

Pero crece inexorable también en la comunidad triatletica, la necesidad de ser Titán, para poder completar el proceso de crecimiento y realización. Empieza no bastar ser de hierro, empieza no bastar ser de oro, empieza no bastar, no ser Titán. Cuando lo seas, comprenderás.
3 comentarios:
Tomo nota. Algún año de estos no habrá más remedio.
Ilusionados saludos.
Yo ya puedo decir que lo soy, y contentisimo de ello, y los años restantes quiero seguir siendolo.
Un abrazo
Hay mucha magia en el Titán Pepo. A ti David te quedan muchas más cosas que ser todavía, además de Titán y las serás, seguro, todas las que te propongas.
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